Dentro de que, en este mundo del fútbol, ya no me sorprende casi nada, sí que me resulta curioso ver la diferente actitud de ciertos jugadores ante la misma situación. Y en el Atlético de esta temporada tenemos un ejemplo que habla muy a las claras: Luis García y Reyes.
Los dos fueron fichados a principio de esta temporada y los dos partieron, en las primeras jornadas de Liga, como alternativas a unas bandas que ocupaban, de entrada, Maxi y Simao. Pero mientras que uno (Luis García) continuó trabajando en silencio, sin declaraciones altisonantes, aprovechando sus oprtunidades con goles y asistencias, el otro (Reyes) levantó la voz casi desde el primer día con el agravante de no haber ofrecido, desde mi punto de vista, ni la mitad de rendimiento que el catalán.
Y que conste que el cabreo de Reyes cuando fue sustituido por Maxi en el Camp Nou no me parece excesivamente relevante ni digno de tener en cuenta: en medio de un partido, con las pulsaciones disparadas, no se debe entrar a valorar cierto tipo de reacciones que, aunque no deseables, son comprensibles en cierto modo.
Lo que sí que resulta más preocupante es que, tras disputarse el segundo o tercer partido de Liga, se salga en rueda de prensa tras un entrenamiento a decir que "esperaba jugar más". La solución es bien sencilla: demostrar en el campo que se debe jugar más. El resto sólo es palabrería.
1 comentario:
Siempre estuve en contra del fichaje de REyes. El dinero gastado en su traspaso se debería haber usado para comprar un central.
un abrzo.
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