viernes, 19 de octubre de 2007

¿Será que siempre deben jugar los mejores?

Pasadas estas dos semanas dedicadas a las selecciones nacionales, vuelve nuevamente la vorágine de la Liga, las competiciones europeas y, en consecuencia, los partidos cada tres o cuatro días. Y no quisiera que pasara más tiempo antes de dejar por escrito una reflexión que me he venido haciendo a lo largo de estos días.

Creo que era Johan Cruyff quien decía aquello de que “los millones tenían que estar en el campo y no en el banco”, en referencia a que de nada valía una buena gestión económica de un club de fútbol si esto no se traducía en fichar buenos jugadores. Pues, al hilo de esto, digo yo que “los millones tiene que estar en el campo y no en el banquillo”. Y estos días, como digo, he ido reflexionando sobre una serie de detalles.

Primera curiosidad: Cuando nos hemos pasado meses y años debatiendo acerca de lo imprescindible que era tener un buen pivote defensivo (o, incluso, dos) en el fútbol moderno, resulta que, ante la baja de Touré, el Barcelona coloca a Iniesta en esa posición y no sólo no se resiente el juego del equipo, sino que el manchego (por mucho que quieran en Barcelona asimilarlo) recupera balones, distribuye juego y se convierte en uno de los destacados de los partidos del Barça.

Segunda curiosidad: Cuando nos hemos pasado meses relegando a la suplencia (o a la no convocatoria) de la selección española a jugadores como el propio Iniesta o Cesc Fábregas para jugar con Xavi como único “volante conductor”, resulta que el día que ponemos a los tres a la vez sobre el terreno de juego, la selección cuaja el mejor partido que se le recuerda en tiempo o, al menos, la mejor primera parte.

Tercera curiosidad: Cuando lleva varios meses en el ostracismo y no “sirve” ni para el Villareal ni para el Atlético de Madrid, resulta que Riquelme, en dos partidos con la selección argentina, marca dos golazos y da una asistencia magistral.

¿Será que los mejores tiene que jugar siempre?

1 comentario:

Andrés Romero dijo...

Es que Iniesta hace buena esa ecuación que dice que un jugador cuantos más balones pierde, por ende, más recupera.

Quitar el balón a Iniesta es una tarea ardua e intensa para esforzados.

Los mejores deben jugar, pero con actitudes que sean lógicas al colectivo. Iniesta sí, Riquelme si no está integrado, no.


Un abrazo.