miércoles, 22 de octubre de 2008

Fernando Torres, el Calderón y la Champios: una historia de amor ¿imposible?

Fernando Torres siempre fue un grande, como jugador y como persona. Su gran sueño siempre fue sacar al equipo de sus amores del letargo en el que se encuentra sumido hace ya demasiados años y devolverle al lugar de donde nunca debió salir. Y una de las características de ese lugar es jugar la Champions, inexcusablemente, todos los años. (Y no convertir en una fiesta el año que nos clasificamos para ella siendo cuartos en la Liga española).

Harto de que la necedad de nuestros dirigentes no le permitiera jugar la competición más grande de Europa a nivel de clubes, aquella en la que siempre debe estar por su calidad, decidió emigrar a Liverpool.

Y el caprichoso bombo le dio la oportunidad de jugar la Champions en el Calderón, no con el equipo que lleva en su corazón pero sí en SU CASA.

Y el día era hoy. Pero una lesión lo ha impedido. Fernando no podrá jugar esta noche la Champions en el Calderón, el sueño de su vida. La historia de un amor imposible.

Pero uno que es un romántico cree que las historias de amor tienen que acabar bien aunque no sea en el momento que se espera. Y uno mantiene la esperanza de que, dentro de algunos años, Fernando Torres juegue la Champios en el Calderón con la camiseta del equipo que lleva en el corazón. La historia de un amor ¿imposible?

P.D. Corren rumores de que Miguel Ángel Gil ha perdido ya su confianza en Aguirre y que el mejicano podría caer si se dieran malos resultados contra el Liverpool y/o el Villareal. Dios lo quiera. (Que lo cesen, no los malos resultados ...)

martes, 21 de octubre de 2008

Firme propósito

El pasado sábado, tras presenciar el partido entre Madrid y Atlético, salí del campo con un fuerte convencimiento. Convencimiento que no es fruto ni de la rabia, ni del cabreo, ni de la pena, ni de la desazón, ni de ningún sentimiento similar. Aunque, de hecho, debería decir que "no es fruto de la pena" porque ya ni me cabreo cuando el Atleti pierde ... hasta ahí nos han hecho llegar.

Y digo que no es fruto de ninguno de esos sentimientos porque tres días después sigo con el mismo propósito: pasarán años hasta que yo vuelva a ver un Atleti - Madrid en el Calderón.

Y no digo esto ...

... porque, una vez más, nos hayan marcado antes del minuto cinco (de hecho, los dos últimos años, antes del uno).
... porque tengamos que soportar a un entrenador que sale con cuatro mediocentros a jugar contra un equipo cuyo mayor agujero son las bandas (sí, las dos bandas).
... porque tras los seis goles de Barcelona, salgamos con la misma falta de concentración y sólo la fortuna y la ceguera del linier impidiesen que volviésemos a estar perdiendo por tres a cero en el minuto 10.
... por los repetidos fallos en defensa y la ausencia absoluta de jugadas de estrategia, ni en ataque ni en defensa.
... por llevar diez años sin ganarle al Madrid.

No, por nada de todo eso, que no es poco y que, ni mucho menos, es todo.

Sino por un hecho que nadie ha reseñado y con el que, en consecuencia, todo el mundo parece estar de acuerdo. Y es que, tras perdiendo todo el partido por uno a cero, empatemos en el minuto 90 y todos (jugadores y afición) vayan a abrazarse como si se hubiese ganado la Copa de Europa sin preocuparse de que apenas quedaba el descuento y que, para ganar, había que meter un gol más.

Por mucha alegría que produjese el gol, que a mi me la produjo ¿no era más lógico ir a por la pelota y sacar de centro inmediatamente y no perder ese minuto? ¿O acaso nos vale el empate contra el Madrid?

Se que muchos me criticarán diciendo que "es el momento", "es mucha frustración contenida" ... y cosas similares pero a mí, francamente, no me vale. Y en la complacencia de jugadores y directiva pero, sobre todo, de la afición, tenemos gran parte de los males de este equipo.

lunes, 13 de octubre de 2008

Crisis y cantera

Cuando empieza la semana del derby, me viene a la mente algo que un amigo me comentó hablando sobre porqué, en los últimos años, el Atlético es incapaz de ganarle al Madrid. Me decía que, cuando llega la semana de los derbys, Casillas, Raúl y Guti reúnen a toda la plantilla blanca y les instruyen en quien es el Madrid y quien el "eterno rival", "predisponiéndolos" en contra nuestra y haciéndolos salir al campo "a morder". En el Atlético, en cambio, no hay nadie que haga esa función y el equipo sale acobardado, por no decir otra cosa más fuerte.

Este razonamiento pone de manifiesto, una vez más, la tremenda crisis de nuestra cantera: salvo Camacho (y éste no está aqui desde niño) no hemos sacado un sólo jugador de la cantera en los últimos ¿seis? años.

La grave crisis económica y financiera que vivimos a nivel mundial afectará - ya está afectando -, sin ninguna duda, al fútbol. Y esto hará que los clubes se vuelquen en las canteras como principal forma de sacar jugadores para el primer equipo. Pero esto no es flor de un día y mayor partido esta situación sacarán aquellos que lleven años cuidando la cantera. Y no aquellos que la usen solamente para hacer negocio. Quien tenga oidos, que oiga.

lunes, 6 de octubre de 2008

Echen de una vez a esa DESGRACIA llamada AGUIRRE

Ya que he perdido (casi) todas mis esperanzas en que los delincuentes dejen de tener este Club secuestrado y en que la afición deje de ser cómplice de todas estas tropelías, centrémonos en las consecuencias de sus nefastas gestiones.

Lo del pasado sábado ante el Barcelona es INTOLERABLE. Y Aguirre, tal y como el mismo reconoció es el principal (y no el único) culpable. Y no se puede permitir. Más que nada, porque es la segunda vez en tres años (los tres que lleva Aguirre aquí) que el Barcelona nos mete seis goles en un partido. Como en los tiempos de un tal Omar Pastoriza (¿recuerdan?).Y la primera significó la gota que colmó el vaso de la paciencia de un tal Fernando Torres. Y no quiero saber lo que significará la segunda ...

Aguirre no vale para un equipo como (debería ser) el Atlético de Madrid. No hay estrategia, ni ofensiva no defensiva. No hay ni una sola jugada ensayada. No salimos victoriosos en una sóla segunda jugada. El primer gol del sábado no tiene nombre: más allá del hecho de dejar cabecear sólo a Rafa Márquez (acaso el mejor defensa cabeceador de nuestro Liga), peor me parece el hecho de que ninguno de los dos postes estaban cubiertos. Eso, por no hablar del ridículo del tercer gol ...

Aguirre no vale. Y desde este humilde sitio pido su cese. Hoy mejor que mañana.

Y para aquellos defensores suyos que argumentan que "ha ido cumpliendo los objetivos", les diré que marcar como objetivos del Atlético de Madrid clasificarse para Europa (el primer año) y clasificarse para la Champions (el segundo) es como si a un estudiante de ingeniería, le ponen de objetivo resolver tres ecuaciones de primer grado.

P.D.: Siendo haber "vuelto" así pero esto es lo que hay.