Un partido para la esperanza

La "vuelta del Atlético a Europa" resultó mucho más esperanzadora de lo que (casi) ningún Atlético podíamos soñar. Ante la Vojvodina serbia, un rival mucho más apocado, temeroso y débil de lo que nos habían pintado, el Atlético realizó el mejor partido que uno recuerda en el Calderón hace muchos años. Los más críticos me hablarán de la fragilidad del rival pero podría hablar y no parar de innumerables partidos nefastos en el Calderón ante rivales mucho más debiles que éste.

Una defensa muy segura en las pocas acciones que tuvo que intervenir, un doble pivote que defiende, ataca y se complementa, dos hombres de banda que se suman constantamente al ataque y una delantera letal.

Hablando de nombres propios, Pablo y Perea parecen volver a ser lo que un día fueron; Pernía empieza a parecerse al jugador que fue en Recreativo y Getafe; Maniche y Raúl García constituyen un excelente "invento" por parte de Aguirre; Maxi sigue teniendo esa capacidad de sorpresa para aparecer cuando nadie le espera; Simao, creo que lejos de su mejor forma física, dejó detalles de lo que puede llegar a ser y Forlán y el Kun son una pareja de muchos quilates.

Al final, 3 -0 (Maxi, Forlán y Aguëro), una eliminatoria (casi) sentenciada y ya, esta vez sí, a la UEFA con todas las de la ley. No es para echar las campanas al vuelo, no es para hacer la ola (como hicieron algunos el jeuves en el Calderón) ... es, simplemente, un partido para la esperanza.

Mi único 'pero': ¿de verdad fue necesario vender a Torres para hacer un equipo medio decente?

P.D.: Problemas con mi ordenador y mi conexión me impidieron publicar esto el viernes, como hubiese deseado.