Recuerdo hace muchos años un partido entre Madrid y Atleti en el Bernabeu. Una de las tradicionales galopadas de Futre por la banda izquierda hizo que Paco Buyo, por entonces portero blanco, saliese al lateral del campo para, dicho sutilmente, cortar la carrera del portugués. El choque fue tan violento que ambos jugadores quedaron tendidos en el terreno de juego y separados varios metros. Pero Buyo, “listo” como pocos, se retorcía de dolor y miraba al árbitro, que estaba a la altura de Futre: si el árbitro le miraba, se retorcía de dolor; que no, rodaba por el campo hasta llegar donde estaba el portugués y así poder montar la correspondiente tangana.
Una vez montada, con los 22 jugadores en torno a los dos tendidos, Buyo sacudió un puñetazo en sus partes nobles a un jugador del Atleti y Míchel empujó a Orejuela cuya rodilla impactó en la cara de Buyo haciendo que el gallego se retorciese, nuevamente, de dolor.
La conclusión de todo aquello fue que el único expulsado fue ¡¡¡ Orejuela!!! Lógicamente, el Atleti perdió aquel partido. Preguntado Ramón Mendoza, por entonces presidente blanco, sobre los incidentes, respondió: “En quince días todo esto está olvidado y los puntos son para el Real Madrid”
Esta historia, que se repite cíclicamente cada x tiempo aunque con otros personajes, viene a colación de las quejas y “no quejas” blancas acerca de los árbitros y se pusieron por última vez de manifiesto durante el pasado derby entre Madrid y Atleti. La postura de la directiva/los jugadores/el entrenador/la dirección deportiva/el jugador blanco es francamente sencilla: que me perjudican, rajo: “Los árbitros nos ayudan poco”. Que me benefician: “Son cosas del fútbol”, “Nunca hablamos de los árbitros que eso es de mediocres”, “Los árbitros son humanos, unas veces te dan y otras te quitan ...”. Es decir, si me perjudican, qué sufridos somos y qué mal nos tratan. Si me benefician, pasamos por encima de ella, como siempre ha sido así y a eso estoy acostumbrado ...
Como decía Hegelman el otro día, “esta es la historia, una historia que he vivido y de la cual no me sale de los cojones olvidarme”.
5 puntos de 18
No he hecho mayores comentarios del partido del pasado sábado ante el Recreativo de Huelva porque creo que no lo merece. No quiero hacerme reiterativo repitiendo cada lunes las mismas cosas. De hecho, empecé a ver el partido en casa y, en el descanso, me fui a la calle para no seguir viendo, otra vez, a un equipo asustado, apocado y que vuelve a tirar un partido. El hecho es que, en seis partidos de la segunda vuelta, hemos obtenido cinco puntos. Y no me vale la excusa de que son los rivales de la parte alta porque, en la primera vuelta, obtuvimos 13 puntos en los seis mismos partidos. Seguimos igual de mal en casa (una victoria por la mínima y dos empates) y el balance fuera de casa, que antes nos salvaba, es estremecedor: tres derrotas en tres partidos y, lo que es peor, dando una sensación pobrísima en los tres (al menos, en los dos y medio que he visto). Más de una vez el Osasuna de Aguirre, tras una gran primera vuelta, se hundió después de Navidad. A ver si esto es cosa de los equipos del mejicano ...
martes, 6 de marzo de 2007
El sentir blanco
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
Recuerdo el derbi de Futre y Buyo. Lo viví en el campo y creo que eres generoso. Si no recuerdo mal Orejuela ni tocó a Buyo. Éste agredió al jugador Atlético y acto seguido se llevó las manos a la cara entre gestos de extremo dolor. Después te queda la roja que le perdonó a Buyo cuando Manolo en mano a mano le regateó y Buyo le paró al estilo Schumacher en España 1982. Ah, y el 2-1 en el descuento con el linier subiendo el banderín y luego bajándolo. Olvidas a Futre gritándole a la cara?
Pero eso para mi es lo de menos ahora mismo. Soy abonado desde hace más de 20 años y aunque vivo en el extranjero sigo pagando fielmente. Soy del Atleti y siento esos colores y me temo que hay demasiados jugadores en nuestra plantilla que ni saben ni les importa lo que significa llevar ese escudo en el pecho. Porque una cosa es que sean mediocres, que menos Torres y el Kun lo son, pero otra que no tengan sangre para saltar al campo con un "somos el Atlético de Madrid, somos un grande" en la cabeza. Para mi el robo de este año del Calderón (y lo vi en directo) ante el madrid sólo dejaba una salida: la del orgullo. Adoptar la postura de que no pasa nada, que quedan 14 jornadas para demostrar que somos mejores que el madrid y que el puesto de Champions es nuestro. Pero sin embargo nuestros jugadores salen y el Recreativo de Huelva les pasa por encima como si fuese el Manchester United o el Inter de Milán.
Una pena.
Pues ese es el drama, London, ese es: que esta directiva que tenemos nos ha hecho un club mediocre, con unos jugadores (en general) mediocres y con una afición mediocre. Una afición dormida, narcotizada y que celebrará un cuarto puesto, si es que llega, como si fuésemos campeones de Europa. Y yo seré el primero que se alegre si jugamos la Champions pero, como he escrito ya varias veces aquí, "que a nadie se le olvide quienes somos y de dónde venimos".
Gracias, London y Hegelman, por el apunte: no recordaba yo que aquel infame gol de Martín Vázquez en el descuento con Butragueño en fuera de juego y apartándose para que pasase la pelota hubiese sido en este mismo partido.
Vicente, estoy de acuerdo contigo en que los Gil han conseguido que este equipo sea mediocre. Su legado es apabullante por doloroso. Sin embargo no estoy de acuerdo en que se trate de una afición mediocre, dormida sí...pero el Atleti tiene una de las aficiones más increíbles del mundo futbolístico.
Gran cita invocando a la memoria histórica Atlética. Anoche en mi pub local me hacía la misma pregunta una y otra vez: "por qué no puedo ver a mi Atleti en Anfield, Old Trafford, San Siro, el Allianz o en el estadio de la luz?"...habrá que preguntar a los Gil y sus secuaces.
Lo primero de todo, London, es decirte que me alegra mucho saber de un socio atlético que vive fuera de España y que lee este blog.
Por otro lado, decirte que yo sí que creo que nos han hecho una afición mediocre, en el siguiente sentido: es cierto que somos una afición increíble y que somos la afición más fiel del mundo. Pero somos muy poco críticos y, en ese sentido, digo que somos mediocres. Con una afición así de conformista nunca llegaremos a nada. Jamás se me olvidará el día que, ya en Segunda, perdimos en el campo del Universidad de Las Palmas, colista de la categoría: en el partido siguiente, en el Calderón, el equipo fue aplaudido a su salida al terreno de juego.
hola!me podrian mandar el video de paco buyo exagerando con futre?muxisimas gracias. un saludo
ion5001@hotmail.com
Publicar un comentario