Triago hoy a este blog un fragmento de un artículo publicado por Carlos Fuentes en su blog. A raíz del Sevilla - Atlético de Madrid del pasado domigo reflexiona el autor sobre dos prototipos de aficionado atlético (y creo que de muchos otros clubes). Creo que queda perfectamente reflejada la razón de la indiferencia de una gran parte de la afición atlética ante años de continuos fracasos:
Pero volviendo a la realidad de nuestro equipo, partidos como el de ayer, o el del Valencia, contribuyen a que se manifieste el Aficionado Hipotético. Éste es aquel (como Raphael) que no ve más que lo que pudo ser, pero rara vez lo que es, viviendo en un mundo potencial de cosas que podrían haber sido y, que de haber en efecto sido, habrían cambiado el curso de los partidos. El Aficionado Hipotético no se resigna a la derrota como si tal cosa, y todo lo explica en la fatalidad, formulando preguntas retóricas en cadena. “¿Y si Agüero mete la que tuvo? ¿Y si el árbitro pita el penalti de David cuando íbamos 2-0? ¿Y si a Alves no le sale ese tirazo?” El Aficionado Hipotético se crece en su análisis del futuro y va más allá, elevando su hipótesis a lo imposible: “¿Y si Pernía las metiera como lo hacía el año pasado? ¿Y si Maniche volviera a ser el que parecía que iba a ser? ¿Y si a Jurado le salieran los regates y tuviera fuerza y prestancia? ¿Y si Mista volviera a meter veinte goles por temporada?” Analiza y analiza el Aficionado Hipotético lo que debería haber sido, lo que no fue, lo que injustamente fue y lo que no debería haber sido. Perdido en este marasmo de conjugaciones verbales el Aficionado Hipotético no ve la realidad, sino que ve una mano invisible, como la de Adam Smith, que conspira para que el Atleti no esté donde debería estar.
Y ante éste cándido, surge otro tipo de aficionado escéptico al que no llamaremos Aficionado Realista porque siendo del Atleti sonaría fatal. Éste, más prosaico, menos dado a culpar a las conjunciones planetarias de lo que le pasa al equipo, aprovecha el tirón y adopta el mismo estilo inquisidor contestando con una batería de interrogaciones retóricas al Aficionado Hipotético, que a estas alturas ya está culpando de la derrota al inepto Villeneuve. Y pregunta, así como no quiere la cosa, “¿Y si el Atleti tuviera una plantilla bien hecha y compensada? ¿Y si el entrenador ensayase las jugadas a balón parado? ¿Y si nuestra secretaría técnica se dedicara a ver vídeos? ¿Y si tuviéramos un centro del campo de calidad y fuerza? ¿Y si tuviéramos jugadores que sintieran algo por este Club y esta afición? ¿Y si alguien les enseñara lo que esta camiseta significa para tantos y tantos aficionados?”
Y al igual que le pasa al Aficionado Hipotético, el más escéptico se crece y hace preguntas más hondas, más pertinentes e infinitamente más incómodas de responder: “¿Y si se planearan las cosas a varios años? ¿Y si el objetivo cada año fuera mejorar en lo deportivo, como parece que la lógica indica? ¿Y si se siguieran criterios deportivos para planificar la confección de la plantilla, como parece que ha hecho el Sevilla? ¿Y si el Club se gestionara como un Club de fútbol en vez de cómo una máquina para generar ingresos a corto plazo?”… y deja ya para el final la pregunta más difícil, la más incómoda, la más certera: “¿Y si tuviéramos una directiva a la que lo que de verdad le importase fuera el Club y no lo que éste puede aportar a sus cuentas bancarias?”
Podéis leer aquí el artículo completo.
martes, 20 de febrero de 2007
El aficionado hipotético y el aficionado escéptico
Publicado por Vicente Soto L a las 10:24
Etiquetas: afición atlética, Atleti, Carlos Fuentes
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2 comentarios:
Sublime, Carlos, como siempre.
Excelente una vez más, el gran Carlos Fuentes. Cuenta la cruda realidad sin burlarse de su equipo, cosa que otros deberían de aprender.
Todos lo medios callan ante una directiva que está destrozando a este club. Les interesa un Atlético mediocre como buenos cómpices.
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