Victor Hegelman: “Es un contrasentido ser colchonero y no vivir el fútbol al límite… qué digo el fútbol, tu propia vida”
Algunos días más tarde de lo que me hubiese gustado, publico hoy la segunda parte de la entrevista con Victor Hegelman. En esta segunda parte habla de la blogosfera, de su estancia en ella y de la prensa deportiva. Una vez más, lean y disfruten ...
La blogosfera y la prensa deportiva
¿Por qué dejaste el blog? Era mucha la actividad de Más allá de Orión, y de repente un día, adiós, Hegelman, adiós…
No fue de buenas a primeras sino una decisión muy meditada. Ya dije que estaba cansado, y es que mucha gente no sabe realmente lo que conlleva mantener un blog con una actividad diaria de lunes a viernes… son muchas horas, mucho tiempo libre invertido. En vez de sentarte a ver la tele, leer un libro, a estar con la familia o simplemente descansar, te sientas delante de un ordenador y te pones a darle a la cabeza, a pensar en algo y a escribir. Y ojo, no se trata aquí de emborronar hojas, de juntar ideas porque sí. Escribes porque te gusta, para ti, pero también tratas de hacerlo correctamente, escribes al fin para un público y quieres que te lean… y bueno, una vez que ves que hay gente que te sigue, que tiene unas expectativas cuando entra en tu blog, sabes que hay que ser serio, te genera una responsabilidad y te metes hasta las cejas. Eso me pasó a mí.
Mira, yo cuando empecé con el blog pensaba que escribir un artículo por semana ya era mucho, una burrada. Y luego ya ves… Tengo un trabajo que me tiene trece horas fuera de casa y el blog lo trabajaba por la noche. Nunca pensé en dedicarle mucho tiempo al principio y al final, toma, cinco artículos semanales lo que supone un mínimo de diez horas escribiendo, y todo el día pensando en esto, ideando, tomando notas… Necesitaba parar y el verano fue una buena excusa. Ahora el problema es que ni siquiera tengo aquel tiempo libre.
Este mundo cansa, pero también tiene su recompensa.
La tiene. Tú sabes lo gratificante que es currar en un artículo y ver cómo la gente lo lee, lo comenta, se crea un debate… Es fuerte. Como dices, cansa pero recompensa. A veces estás agotado y sigues, como si se tratase de una droga. Sin embargo también hay que saber parar. Cuando algo que te encanta empieza a cansarte, a ser una carga, conviene sentarse a contemplar el paisaje y saber qué quieres realmente hacer. La eterna valoración de pros y contras.
Cinco artículos a la semana. Producción diaria en jornadas laborales. Complicado de llevar para una sola persona.
Me pasa siempre. Empiezo algo, y si me gusta me meto hasta el final. Sin concesiones ni medias tintas.
Un Hegelman apasionado… como sus escritos.
¿Apasionado? La verdad es que sí. Cada uno es como es y si el blog es tuyo los límites los marca tu esfuerzo y tu conciencia. Es lo bueno que tiene el blog. Su privacidad intrínseca. Intelectual e ideológicamente te debes a ti mismo y puedes expresarte con total libertad, puedes escribir como piensas. Tú eres la línea editorial. Y si la pasión está en tu vida es lógico que la vuelques en tus escritos.
Ya. Y en esto del fútbol de pasión los del Atleti sabemos un poco.
Sabemos. Es un contrasentido ser colchonero y no vivir el fútbol al límite… qué digo el fútbol, tu propia vida. El Atleti es riesgo por Naturaleza, es saber que lo vas a tener muy difícil, con el horizonte plagado de enemigos, y sin embargo no dudar un momento en seguir avanzando a bayoneta calada contra los cañones. Es eso y que no se te va a pasar por la cabeza abandonar pese a saber que muchas veces tu existencia va a ser muy perra. Sí, hay mucho de pasión y de romanticismo en la rojiblanca.
¿Es la del Atleti, como dicen algunos, la mejor afición del mundo?
Rotundamente no, y no lo digo porque no sea una magnífica hinchada, que lo es, sino porque creo que en este punto no proceden mucho los conceptos “peor” y “mejor”. Se trivializa mucho y la verdad es que en todas las aficiones hay hinchas ejemplares y otros bastante tristes y lamentables.
Mira, a la afición del Atleti lo que no se le puede negar es su fidelidad, su aguante y su espíritu luchador, y en esos valores en particular sí que está por encima de la gran mayoría en España. Sin embargo, en los últimos años también ha presentado cuadros clínicos de progresivo atontamiento que le han hecho bajar el nivel.
La afición perfecta no existe, y hablar sobre este punto de mejor o peor obedece más a una generalización ligera que a un verdadero ejercicio de análisis.
Dejemos el Atleti por un momento y volvamos al mundo del blog. Resulta que un día te pones a escribir y ya no paras, sin embargo supongo que al principio tendrías algún propósito para entrar aquí, una declaración más o menos clara de intenciones.
Lo digo en el encabezamiento del blog: “El fútbol fuera del rebaño”. Han sido muchas las veces que he leído un artículo o he oído un comentario en los medios que me han hecho revolverme de rabia por su injusticia o por su simple y dirigida falsedad. Pero no había medios para rebatir, así que te mordías la lengua y a joderse. Sin embargo aparece un instrumento llamado blog, al alcance de cualquiera y todo cambia. Puedes dar tu opinión, argumentar, denunciar, discutir y tienes la seguridad de que lo que digas va a ser publicado, y si además el blog tiene un cierto nombre, tienes la seguridad de que muchos te van a leer. Eso es grande.
Hablas de injusticias, pero claro, tú te centras en las que ves en el entorno colchonero.
Sin duda. Más allá de Orión es básicamente la opinión de un aficionado del Atleti. Me preocupa el mundo atlético y por eso la mayoría de los escritos versan sobre su realidad. Pero eso sí, el Atleti no es todo, y si fuera hay otro tema del que quiero opinar, lo hago y punto con total libertad.
En cualquier caso lo que siempre pretendía con el blog fue argumentar, rebatir con hechos y datos, combatir con rigor el comentario gratuito e indocumentado. Y desgraciadamente el Atleti ha de padecer muchos de estos ataques porque no cae bien, está en el lado opuesto del “movimiento oficial” y eso hace que reciba muchos palos no siempre justificados, muchos desprecios y muchas burlas. Hegelman nace para decir: “Señores, esto no es así y se lo demuestro. Son unos manipuladores y soy yo el que les desprecia a ustedes.” Lo dicho. El fútbol fuera del rebaño.
“Goebbelianos. Hipócritas de mierda”. En estos términos llegaste a emplearte.
Lo recuerdo y no me arrepiento de nada. Es más, me quedé corto.
Y dentro de esta actividad de denuncia, ¿no has probado a mandar cartas a los directores de los periódicos?
¿Para qué? Si no escribes de un tema que les interesa, o para hacerles la pelota empezando los mensajes con un “Hola crack” como en los foros de Roncero en el As, las posibilidades de que te publiquen son prácticamente nulas. Mira, se me viene a la cabeza un ejemplo el año pasado. Era después del partido del Atleti con la Real en Anoeta que perdimos 3-2 dejando a los vascos remontar una ventaja de dos goles. Recuerdo que Carlos Izquierdo en As.com hizo la crónica post-partido sacando a relucir sus dos grandes (yo diría únicos) atributos periodísticos: el de muy madridista y el de muy antiatlético. Feliz como estaba con la derrota colchonera abundó, cómo no, en la justicia del resultado destacando que el Atleti había sido incapaz de tirar a puerta en toda la segunda parte. Lo cierto era que en esos 45 minutos los rojiblancos habían rematado seis veces a portería, siendo una de ellas un zambombazo de Torres al larguero que botó en la línea, un tiro al poste de Petrov y un tiro rozando el palo del búlgaro completamente solo, por no hablar de un remate al final sacado por un zaguero en la línea… pero Izquierdo, gran reportero, informa al pueblo sobre la incapacidad colchonera a la hora de crear ocasiones de gol… y mentía a sabiendas. En aquella misma noche escribí una educada misiva al director, preguntándole si todas estas ocasiones de peligro claro sólo habían existido en mi imaginación. Por supuesto nunca publicaron mi carta, si bien, al menos, al día siguiente la mentira de Izquierdo había sido sustituida por una crónica de Iñako Díaz-Guerra que, “sorprendentemente”, sí resaltaba las oportunidades colchoneras de la segunda mitad.
Este es un ejemplo más, como otros muchos. Es lo que hay, amigo.
Y a Victor le hierve la sangre y salta. ¿Ha bajado la temperatura sanguínea de Hegelman en los últimos tiempos?
No, tampoco es eso porque nada ha cambiado. Uno sigue viendo cosas y claro que le dan ganas de soltar una parrafada y quedarse a gusto, lo que pasa es que me conozco y como publique un artículo me dará la neura de que caigan cien más, y, desgraciadamente, ahora no dispongo del tiempo necesario. Es un problema grave de disponibilidad, y bueno, también a veces de ganas. El mundo del blog es bonito, pero también tiene sus puntos desagradables.
¿Y eso?
Sí. A ver, lo grande del blog es que creas tu propio medio de comunicación, intercambias ideas con gente con la que compartes intereses y esfuerzos, y, en fin, te metes en un círculo que te agrada. Pero también hay un lado desagradable y molesto, al menos para mí.
Me refiero a los foros posteriores a los artículos donde se mete cualquiera. Y es muy triste y cabreante ver como un gran artículo y un interesante debate sobre el tema expuesto, de repente se convierte en la peor versión de un gallinero porque cuatro tarados y desgraciados sean incapaces de hablar de fútbol sin faltar al respeto. No aportan nada, no argumentan, son incapaces de coordinar cinco líneas seguidas, pero se dejan notar, se cargan buenos blogs, porque entras y ves el rastro de mierda que han dejado y se te quitan las ganas de opinar.
Bueno, tú en tu blog no eras precisamente permisivo con estos comportamientos… y mucho que te criticaron por ello.
Me criticaban precisamente los que se saltaban de continuo los límites de la educación, convirtiendo las conversaciones en enfrentamientos a voces. De los demás, de la gente seria, de aquellos que saben lo que cuesta hacer un blog y mantenerlo a diario jamás recibí una crítica sino todo lo contrario.
Se trataba de decir que yo no respetaba la libertad de opinión, que si no eras de Atleti te echaba del blog, y eso era una vil patraña. En mi blog opinaban numerosos aficionados de otros clubes. Allí entraban, opinaban y hasta me linkaban en su blog madridistas acérrimos como Pablo Rivera, Kai, Fer, Juampe, el Antirobertogómez, los blancos y no blancos de Pasando Revista; culés no muy pro-rojiblancos precisamente como el enmascarado, el perdido, valencianistas como Hoeman o Salanova… y me dejo un montón (que me perdonen). Y por supuesto atléticos, muchos atléticos interesados en lo que proclamaba un tío que sentía los colores como ellos. A lo mejor eso era lo que les jodía a algunos, que apareciese uno del Atleti orgulloso de serlo y con capacidad de argumentación y convocatoria. Es más gracioso ver a Manolete, ¿no?
Mira, en “Más Allá de Orión” a quien entraba con educación y sin provocar no se le borraba jamás, por más que yo no estuviese de acuerdo con sus afirmaciones.
Pero lo cierto es que algún mensaje borraste.
Por supuesto. A todo el que me injurió, me faltó al respeto a mí o al Atleti o mintió sobre algo que yo había dicho sin más ánimo que provocar y atacar le mandé a la puta calle sin posibilidad de redención. Si vulneras la ley una vez aquí no te queda ni presente, ni futuro ni tampoco pasado porque te borro el rastro. Si la libertad se quiere utilizar para faltar y humillar, lo siento, pero aquí el orden público prima sobre esa libertad mal entendida. A mí los colores ya te digo que me dan igual, lo que no admito es la mala educación que tantas veces va asociada al fútbol. ¿Qué a veces respondo yo también con contundencia? Son respuestas a una provocación previa. Reacciones a ataques. No es lo mismo.
De todas formas yo creo que el problema está en que algunos ven el fútbol como una oportunidad a la violencia gratuita y anónima. Creen que las reglas de convivencia que rigen en la sociedad desaparecen si de lo que se habla es de fútbol. Como está este de por medio se puede descalificar personal o colectivamente sin restricciones. Incluso algunos llaman a estas acciones “la salsa del fútbol”. Es alucinante.
Y quizás cierta prensa tiene mucho que ver con esto.
Ahí está. Aquellos polvos traen estos lodos. Hay periodistas que basan su “estrategia de comunicación” en insultar, en provocar, en intentar humillar a todo aquel que no comparte sus preferencias, exponiendo sus fobias en la versión más cruda. Atacan sin sentido, transmiten violencia y generan violencia, pero eso sí, cuando el público se calienta y lanza objetos contundentes al campo o los ultras se pelean en los alrededores del estadio entonces se echan las manos a la cabeza y lanzan muy dignas y sobadas proclamas pacifistas. Mucha demagogia. “Tolerancia cero con los violentos”, vociferan o escriben, cuando son ellos mismos los que muestran a diario su violencia verbal, su mala educación y su intolerancia, tratando de exhibirlas como algo que en el mundo del fútbol es normal o incluso divertido. Transmiten odio al rival, y como la estupidez es tremendamente contagiosa, no es extraño que haya una legión de capullos que les imiten, y no olvides que del insulto a la agresión física el camino es más corto de lo que parece.
Muy crítico te veo con la prensa deportiva. ¿Qué opinión te merece su momento actual?
No me gusta, sinceramente. Pasamos sin solución de continuidad del endiosamiento de unos a la mediocridad sin solución de otros. Y en el camino se encuentran los que han decido convertir el entorno del deporte en una prolongación de “Salsa rosa”.
Se ve en los medios tímidamente y más claramente en los blogs que hay gente con ganas de dar seriedad al periodismo, que se pudren sin tener oportunidades, mientras auténticos “payasos” de los medios se llenan los bolsillos apareciendo hasta en la sopa. Pero en fin, si la gente quiere circo, demos circo.
Alguno se salvará…
Claro. Se salvan muchos, gracias a Dios. Por ejemplo, a mí me encanta Corrochano. Sus programas son siempre buenos, informan. Además es un tío hábil, capaz de convertir en interesante lo aparentemente intrascendente. Es bueno. También me gustan Méndez y Poblador con sus respectivos equipos en Onda Madrid. Ahí hay madridistas y atléticos, se discute y se argumenta, pero siempre se guardan los límites de la educación y de la información veraz. Y me dejo otros mucho que son muy buenos, sin duda.
Y en cuanto a los blogs, ¿sigues conectado?
Sí, pero no tanto como antes. Entro una o dos veces por semana en los blogs de de referencia de mis tiempos (jo, parece que hayan pasado años). Sigo viendo Pasando Revista, el tuyo, el de Salanova, el de Matallanas, el de Axel, el del Madrid de Pablo Rivera… Ahora veo también el de Sergio Medina, muy bueno, o El enganche, con una visión muy interesante del fútbol internacional. El problema es que no puedo dedicarle el tiempo que me gustaría, pero desde luego este mundo del blog ha revolucionado el entorno de los aficionados al deporte. Es la mejor forma de pulsar lo que piensa la gente. Lo echo de menos, pero cuando no se puede…
Una última pregunta. ¿Volverás?
No lo sé. A corto plazo, seguro que no.
Gracias Victor, ha sido un placer.
Gracias a ti y suerte para el futuro. Espero que “Memorias” siga creciendo y que yo lo vea.
Se hará lo que se pueda, amigo.
jueves, 2 de noviembre de 2006
Entrevista con Victor Hegelman (2 ª parte)
Publicado por Vicente Soto L a las 8:40
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6 comentarios:
Lo dicho. Una pena que nos hayamos quedado sin Hegelman. Espero que recapacite y vuelva algún día.
Eres muy bueno Víctor y interesantísima entrevista Vicente, me has mantenido entretenido en el ordenador leyendo las preguntas y las siempre excelentes respuesta de Victor.
Por cierto añado que he publicado una artículo de colaboación de Victor en mi blog, Sencillamente genial, aunque el artículo ya no esté muy de moda.
Excelente entevista. Vuelve pronto Víctor, se echan de menos tus inteligentes comentarios.
Hasta pronto.
Fue magnífica la primera parte y es magnífica la segunda. Gran idea esta de la entrevista. Enhorabuena.
Lo que comenta de Izquierdo en As es verdad. Ya había leído yo a veces a este pollo y es del todo nauseabundo. Pero da igual, está en línea del periódico para el que escribe.
Buena entrevista, grandes respuestas
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