El fúbol no es tan difícil

Tras las lesiones de Maxi y Petrov (y, en menor medida, Mista), el Atlético encadenó cuatro partidos sin marcar, quedando fuera de los puestos europeos y con su eliminatoria de Copa ante el Levante muy cuesta arriba (0-1 en la ida en el Calderón).

Aguirre apostaba por un trivote (curiosa palabra esta, que no se quién iventaría), con Costinha, Luccin y Maniche, y por un sólo delantero, Torres, que se desesperaba, día sí y día también, en busca de un balón. Las consecuencias eran evidentes: poco fútbol y cero goles en cuatro partidos.

Pero hete aquí que Aguirre decidió hacer lo que (sin querer jugar yo a técnico) parece más lógico. ¿Que no tenemos a Maxi? Pues ponemos a Galletti. No es, ni de lejos, lo mismo pero es su sustituto natural. ¿Que no está Petrov? Pues componemos una banda con Pernía y Antonio López, intercambiando posiciones en muchas fases de los partidos. No es lo ideal pero es lo que hay. Incluso empiezo a tener mis dudas de si Petrov es mejor que Antonio López como interior. ¿Que no tenemos a Mista? Pues ponemos al otro delantero que tenemos, sobre todo, si tiene la clase y los recursos de Agüero.

El resultado de todo esto es que el Atlético ha encadenado dos victorias consecutivas, ha marcado seis goles en esos dos partidos y está quinto, en posición de UEFA, a dos puntos de la Liga de Campeones. Y no se trata, como he oído ya a alguno de decir que podemos aspirar a la Liga. Debemos aspirar a quedar entre los seis primeros y tener billete para Europa el próximo año. Y creo que estamos en el camino.

Y creo que estamos donde nos merecemos: hemos ganado partidos que no merecimos (el de Santander o el del Sevilla en el Calderón) pero también hemos perdido otros de forma injusta (Riazor o Zaragoza en el Calderón). El fútbol, algunas veces, es hasta justo. Y no es tan difícil.