Estambul, mayo de 2.005: Liverpool y Milan se enfrentan en una de las finales de la Champions más sorprendentes y apasionantes que uno recuerda. El Milan se fue al descanso con un 3 a 0 a favor y todos teníamos la sensación de que ya teníamos campeón. Pero, en el descanso, Rafa Benítez convenció a los suyos de que el milagro era posible y el Liverpool salió dispuesto a todo: consiguió igualar el partido, forzar la prórroga y llegar a la tanda de penalties donde el arquero Jerzy Dudek se convirtió en el gran héroe, dando a los reds su quinta Copa de Europa.
Atenas, mayo de 2.007: Liverpool y Milan se enfrentan esta noche en la final de la Champions en busca, respectivamente, de su sexta y su séptima Copa de Europa. El Milan que, pese a haber hecho una temporada bastante mediocre en Italia, ha conseguido plantarse en la final gracias a su saber hacer en esta competición. Y el Liverpool que, desde que llegara Benítez, se ha convertido en un coco en esta competición y llega a su segunda final en sólo tres años.
El Milán, con varios de sus jugadores clave por encima de la treintena, parece un equipo que necesita una profunda renovación. Pero lleva pareciendo esto varios años y siempre están ahí, jugando mejor o peor, pero siempre en las últimas rondas. Su enorme experiencia, unida al inmenso talento de Kaká, son, desde mi punto de vista, sus dos grandes bazas para esta noche.
Por encima de que sea lo que se ha dado en llamar un equipo metalúrgico (o, tal vez, por eso), la fuerza del Liverpool entiendo que reside en que es lo más parecido posible a un ejército. Desde la llegada de Benítez, el sistema se basa en que cada jugador sabe, exactamente, cual es su misión sobre el terreno de juego y, tenga más o menos calidad, la ejecuta con una fe y confianza ciegas. Como decía Edmilson, tras la clasificación del Liverpool para la final de la Champions, "Los de Anfield no tienen los mejores jugadores del mundo, pero son un gran equipo. Tienen mucha eficacia, tácticamente son casi perfectos, son obedientes. El fútbol está cambiando, el 'tiki-taka' ya no se lleva, ahora lo que vale es ser un gran equipo. Y el Liverpool ayer lo demostró”.
En definitiva, una final apasionante que puede acabar en tragedia (futbolísticamente, hablando) para alguno de los dos, sobre todo, si son los italianos porque no debe ser fácil perder dos finales de Champions en tres años ante el mismo equipo.
Aunque hay muchos atléticos que quieren que gane el Milán por aquello de que lleve siete Copas de Europa y amenace la hegemonía del Madrid, personalmente, quiero que gane el Liverpool: siempre me cayeron bien y siempre fui de ese equipo en Inglaterra (y del Inter en Italia, dicho sea de paso).
Y si me preguntan quien creo que va a ganar, también creo que el Liverpool. Dicho lo cual, ganará el Milan.
miércoles, 23 de mayo de 2007
Liverpool - Milan, de la pasión turca a la tragedia griega
Publicado por Vicente Soto L a las 8:46
Etiquetas: Champions League, Liverpool, Milan
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1 comentario:
Pues amigo qué cosas, adivinaste quien sería el ganador de la final;-)))
La verdad es que yo también prefería que ganase el Liverpool, pero hubiera sido demasiado castigo para los milanistas, que como tu indicas, en el caso de perder, hubieran sido dos en tres años.
Saludos.
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