La historia se repite

Ganó Italia. La historia es cíclica: tal y como escribíamos en un post el día que arrancó el Mundial, Italia llegaba envuelta en circunstancias muy similares a las del Mundial de España '82 y el resultado ha sido el mismo, el título. Además, se ratifica la teoría que dice que, desde el 70, llega a la final cada 12 años (1.970, 1.982, 1.994 y 2.006) y lo pierde y gana alternativamente (victorias en el 82 y 2006 y derrotas en el 70 y 94).

El partido, como tal, fue un fiel reflejo (incluso, peor) de lo que ha sido este Mundial: muy disputado pero con poco fútbol. De hecho, los jugadores más destacados han sido los defensas y los medios defensivos. Un penalty muy riguroso (otro más), convertido en obra de arte por Zidane, un cabezazo inapelable de Materazzi, un remate al palo de Luca Toni y alguna genialidad de Henry han sido las pocas cosas destacables del partido.

Al final, los penaltys. ¿Una lotería? No lo sé. ¿Injustos? Pues tampoco sé hasta qué punto. Pero, posiblemente, sea la solución menos mala. El fallado por Trezeguet, el "olvidado" de Domenech, ha dado el título a una Italia menos defensiva que nunca y que, pese a ello, únicamente ha encajado dos goles (uno de penalty y otro en propia meta) en siete partidos, con dos prórrogas incluidas.

P.D.: Este Mundial ha sido el reflejo perfecto de lo que ha sido la carrera de Zinedine Zidane. Un jugador majestuoso, que ha llevado a su selección donde (casi) nadie esperaba y que ha metido en la final un penalty de antología. Pero, a la vez, un jugador ha perdido los papeles en el campo con demasiada frecuencia. Su cabezazo ayer a Materazzi, imperdonable (y han sido muchas). Su asusencia en la entrega de medallas, lamentable.