Sufrimos, pero ganamos ...

Fue un partido completamente diferente al de Ucrania. Posiblemente más espectacular aquél pero mucho mejor éste. Porque, ante Ucrania, nos encontramos dos goles en veinte minutos. Y ayer, no. Porque el miércoles nos encontramos, nada más empezar el segundo tiempo con el tercer gol y el contrario con diez. Y ayer no.

Ayer tocó sufrir. Y hasta eso lo hicimos bien. Nos encontramos con un gol en contra antes del minuto diez con la defensa hecha un flan, con los centrocampistas que no controlaban una y los delanteros que no la olían. Pero, poco a poco, nos fuimos rehaciendo, empezamos a tocar la pelota tal y como sabemos. Y, aunque las oportunidades no eran muy claras, comenzamos a manejar el partido.

Y llegó el segundo tiempo. Y Luis demostró que tiene plan B. Raúl para aportar, sobre todo, su picardía (según escribía en un post hace unos días, para este tipo de situaciones debe estar Raúl en el Mundial). Cesc, para aportar llegada y pase largo. Y Joaquín para aportar desborde por banda.

Y así llegó el empate: internada de Joaquín, remate de Cesc y Raúl que marca en el rechace. Y así llegó el segundo gol: excelente pase de Cesc a Torres que, contra todo pronóstico, definió teniendo tiempo para pensar. Y es que Torres es un delantero especialista en hacer difícil la jugada más fácil y hacer la jugada imposible como la cosa más natural. Y la de ayer, tras el extraordinario pase de Cesc, parecía la fácil.

Ese balón de Torres que parecía que no quería entrar, lo empujamos todos. Luego el penalty, transformado por el propio Torres, sentenció un partido que se abrió mucho en los últimos minutos. Tal vez, demasiado.

En definitiva, sufrimos mucho pero ganamos. Desde mi punta de vista, este triunfo tiene mucho más valor que el de Ucrania. Sufrimos mucho pero es que esto es un Mundial.