viernes, 27 de junio de 2008

Fútbol de alta escuela

La historia volvió a repetirse con España. Pero esta vez, afortunadamente, para bien. España había llegado a dos semifinales de Eurocopa a lo largo de su historia. Y las dos las había ganado: en el 64 frente a Hungría y en el 84 frente a Dinamarca.

Ayer era tercera. Y España no falló. Un contundente 3 a 0 a Rusia y a nuestra tercera final, esta vez, ante Alemania. En las anteriores, ganamos una (ante la URSS en el 64 en España) y perdimos la otra (ante Francia en el 84 en París). Toca desempatar (el número de finales ganadas y perdidas) y toca ganar (esta final).

Los alemanes serán un rival duro, de eso no cabe duda. Pero, visto lo visto en esta Eurocopa y, sobre todo, en el segundo tiempo de ayer, España no debe tener miedo de nadie. Aquellos que hemos venido defendiendo siempre que el único estilo posible de España eran los jugones vimos ayer la plasmación perfecta de ese estilo de juego en el mejor escenario posible, las semifinales de un campeonato de Europa de selecciones.

En una selección con tan poca contundencia defensiva, resultaba claro que había que apostar por nuestra mayor fortaleza: toque, toque y toque. Los Silva, Xavi, Iniesta y Cesc tocaron , tocaron y tocaron ayer hasta que los huecos fueron apareciendo y los rusos quedaron desbordados. Por no tener los rusos, no tuvieron ni al genio de Arshavin: no apareción en todo el partido.

Y en la final, pues a seguir igual, a no renunciar a nuestros principios ni a nuestro estilo. Con él hemos llegado hasta aquí y con él debemos de seguir. Es una lástima la ausencia por lesión de Villa (además de una crueldad para un futbolista) pero España tiene alternativas y variantes: Güiza como acompañante de Torres y mantener el esquema, Xavi Alonso como acompañante de Senna y Xavi de enganche, Cazorla de interior derecho y Xavi e Iniesta por detrás de Fernando Torres, Cesc de titular acompañando a Xavi en el enganche ... y alguna más que seguro se me escapa.

Pero, si yo fuera Alemania, tendría pocas confianzas con España. Más bien, ninguna.

jueves, 26 de junio de 2008

24 años después

Corría junio del año 1.984. Por aquel entonces, las fases finales de la Eurcopas las disputaban ocho equipos y no sufríamos, todavía, el trauma nacional moderno de los cuartos de final. De hecho, solíamos caer en la primera fase de la competiciones. Pero ese año las cosas fueron diferentes: un milagroso cabezazo de Antonio Maceda ante Alemania nos clasificaba para las semifinales que habríamos de disputar ante la Dinamarca de Morten Olsen, Michael Laudrup, Soren Lerby, Elkjaer - Larsen y compañía.

Uno estaba a punto de cumplir 14 años y, como era habitual en aquella época en muchas familias españolas, pasaba los meses de verano con sus padres en un apartamento alquilado de la costa española. Cuando llegamos al apartamento, mi disgusto fue mayúsculo al comporbar que no ¡¡tenía televisor!! motivo por el cual "hice" a mi padre comprar uno porque era "intolerable" perderse las semifinales y la posible final "para una vez que España lograba semejante hazaña".

Otro gol de Maceda en las semifinales nos hizo llegar a la prórroga y a la posterior tanda de penaltys en la cual España anotó sus cinco lanzamientos y el gran Elkjaer - Larsen (que ese verano marchaba a Italia, al Verona) falló el último y definitivo.

En la final, ante la anfitriona Francia, España jugó un notable partido pero aquél lamentable fallo de Arconada en el libre directo de Platini nos condenó al subcampeonato.

Hoy, 24 años más tarde, las cosas han cambiado mucho: uno ya no vive con sus padres, ya no se va tres meses de vacaciones y las teles ya no son "de culo" como eran en el año 84. Pero, además, uno prefiere ver este tipo de partidos en cualquier bar o pub de Madrid para disfrutar del ambiente.

Dinmarca y Francia fueron los rivales entonces, Rusia y, caso de ganar esta noche, Alemania serán los de este año. Tiempo habrá para pensar en Alemania pero bien haría España en no confiar mucho en el 4 a 1 que le inflingió a Rusia hace dos semanas. La Rusia del mago Hiddink cuenta con un hombre con el que no contó aquel día, con el genio Arshavin.

Arshavin es uno de los mayotes talentos del fútbol actual, un hombre capaz de desequilibrar sólo un partido, un jugador capaz de hacer mucho mejores a todos sus compañeros, un ejemplo de lo mal que funcionan las secretarias técnicas en el fúbol español. Porque Andrei Arshavin ha explotado este año en su equipo, el Zenit de San Petersburgo, campeón de la la UEFA, y en la selección rusa. Pero ya venía apuntando hace un par de años. Y ahora todos los grandes se pelean por él. Pero ya les piden alrededor de 30 millones de euros, tres o cuatro veces más de lo que hubieran pedido hace un año. Cosas del fútbol y de las secretarías técnicas.

miércoles, 18 de junio de 2008

3 semanas después

Tres semanas sin escribir. Mucho tiempo, demasiado, diría yo. 21 días en los que he pensado muchas veces en si era mejor seguir o cerrar este blog temporalmente. Mi actividad profesional no tiene absolutamente nada que ver con el periodismo ni el deporte ni nada que se le parezca y eso hace que, en épocas de picos de trabajo, sea muy difícil escribir. Y esta época está siendo una de ellas; posiblemente, la peor desde que abrí este blog. Lo malo es que promete no mejorar, más bien, todo lo contrario. Y eso me ha hecho plantearme el cierre temporal de este sitio. Porque las cosas o se hacen bien (o lo mejor que uno sabe) o no se hacen.

Pero, por otro lado, este blog supone una gran ilusión para mí y me resisto a cerrarlo aunque sea de forma temporal. Sería como dejar una obra inacabada. Un pensamiento ridículo, lo se, porque pase lo que pase esto no tiene fin y siempre faltará algo por contar. Aunque estuviese treinta años más aquí "al pie del cañón" esto estaría inacabado. Pero esta es la magia de los blogs. Y a ella me enganché un día de enero de 2.006 y aquí sigo. O, al menos, lo intento.

Durante estas tres semanas han pasado por mi cabeza innumerables ideas sobre las que escribir pero no ha habido forma de ponerme delante del teclado para algo que no fuese mi actividad profesional.

Me hubiera gustado hablar de una Eurocopa que avanza y que ya comienza mañana con sus cuartos de final: Portugal - Alemania, Croacia - Turquía, Holanda - Suecia o Rusia y España - Italia. Sí, otra vez Italia.

Me hubiera gutado hablar de esa Italia que tanto recuerda a la del Mundial del 82 y a tantas otras grandes competiciones. Esa Italia que no juega a nada, que se clasifica "de rebote", que iban a echar a su seleccionador hace cuatro días, que es tan criticada pero que acaba ganando ... esa Italia, por mucho que me pese, nos eliminará el domingo y será campeona de Europa.

Me hubiera gustado hablar de Portugal y Holanda, auténticos monumentos al buen fútbol en esta Eurocopa.

Me hubiera gustado hablar de mi querida selección española y de todo lo acontecido en esta Eurocopa: de nuestra clasificación para cuartos como primeros de grupo, de dónde podríamos llegar si tuviésemos una mínima contundencia defensiva, del "7" de España (sí, David Villa, por mucho que le pese al speaker del Bernabeu), de Fernando Torres ...

Y de mi Atleti. Y de los (no) fichajes. Y de jugadores vistos en esta Eurocopa que podrían ser muy interesantes. De hecho, si el Atleti busca portero, ¿Porqué no mira a Suecia (Isaksson, del cual ya he hablado aquí) o a Polonia (Boruc)?

Y de la llegaba de Guardiola. Y de Cristiano Ronaldo, del cual estoy hasta los mismísimos. Y de Agüero y de porque no le suben la claúsula de rescisión. Y de mil cosas.

Pero no tengo mucho tiempo. De hecho, no he tenido (casi) ninguno. Me encantaría volver mañana o pasado. Pero no lo puedo prometer. Lo que sí que (me) prometo son dos cosas: que haré todo lo posible por volver mañana y que, caso de no poder hacerlo, se me partirá el alma.