lunes, 18 de febrero de 2008

Sobre el desempeño de Aguirre y la desvergüenza de la directiva

La única razón por la cual uno pensaba, al finalizar la temporada pasada, que Aguirre debía de continuar en su puesto era el hecho de dar continuidad a un ¿proyecto? o, al menos, a un entrenador, circunstancia que no había ocurrido, por ejemplo, con Ferrando o Manzano, que consiguieron lo mismo que Aguirre, osea, nada. De hecho, voces autorizadas dentro de la plantilla atlética abogaban por la continuidad del Vasco, aduciendo que este era uno de los problemas que arrastraba este equipo a lo largo de los últimos años.

Mis dudas para la continuidad de Aguirre, mas allá de no haber clasificado al equipo para competición europea (no me vale el parche de la Intertoto), residían en aspectos fundamentales de lo que entiendo debe de ser el juego de un equipo de primera, insisto, más allá de ganar o perder un partido puntual o conseguir tal o cual clasificación.

Mis dudas consistían en que, al margen de jugadores que no valen para jugar aquí, que hay muchos, creo que el equipo está muy poco trabajado. Al margen de defensas que no valen ni para un segunda, el equipo tiene un balance defensivo espantoso. Salvo algunas faltas directas de Simao, no recuerdo un gol en saque de falta o de corner: en jugada de estrategia, en una palabra. Todas las segundas jugadas son para el equipo rival, somos incapaces de coger un sólo rechace. Y eso, señor Aguirre, se entrena.

Y mis dudas también consistían en las segundas vueltas de los equipos de Aguirre que suelen ser nefastas. 36 puntos consiguió el Atlético en la primera vuelta del año pasado y sólo 24 en la segunda. Y así se escapó la competición europea - y no pongo que se escapó la UEFA porque se me llevan los demonios de tener que estar peleando para (no) quedar sextos -. Pero la historia no es nueva: como bien refleja Fernando en este post, en Osasuna ocurrió lo mismo. Y nuestros dirigentes deberían saberlo. Dos años pueden ser coincidencia. Seis es para pensarselo.

Pero a esta directiva que debería haberse planteado estas cosas, sólo se le ocurre, en boca de su presidente, salir ayer por la noche, tras perder ante el Athletic Club de Bilbao, y rajar contra técnico y jugadores. El Athletic, antes del partido de ayer, estaba a dos puntos del descenso y, como a tantos otros, les damos la vida. Lo grave es que no es un partido puntual. Lo grave es que esto pasa partido tras partido y temporada tras temporada.

Y lo grave de las declaraciones del Sr. Cerezo es que, una vez más, lo único que pretende es echar a la afición en contra de entrenador y jugadores, para así librarse de su responsabilidad. Su discurso, cuando las cosas van mal, es siempre el mismo: "Yo no juego, yo no meto los goles". Ayer, la última vez. Pero usted y su amiguito llevan veinte años eligiendo a los que tienen que meter los goles. Y siempre se han equivocado. Por ago será.

6 comentarios:

atletista sin solución dijo...

Cuánta razón tienes. Es un buen análisis de lo que pasa en el equipo. Porque en el primer gol todos estaban en el área y ninguno se colocó estrategicamente para defender lo que ocurrió: un contraataque.

Los directivos como siempre son capaces de echar a los leones a quien sea con tal de salvar el pellejo.

Un abrazo.

Sentimiento Perico dijo...

Tienes toda la razón del mundo amigo! De principio a fin.
http://sentimientoperico.blogspot.com

Billie dijo...

La cuestión táctica en este equipo está trabajada con el culo. Yo no he visto una línea de cuatro que tire el fuera de juego con la precisión necesaria, ni siquiera orden en la presión en medio campo, o un mínimo de estratégias para circular el balón desde la defensa, a parte del patadón. En fin.

Pavlo dijo...

Para mí, el Atleti debería haber fichado un defensor. Esta perdiendo puntos en la Liga, y quedo eliminado de la Copa, gracias a errores en el fondo.

Gracias por comentar mi blog, seguimos el intercambio de opiniones.
Un abrazo!

Anónimo dijo...

Entres los Giles y los Cerezos con la ayuda de inútiles como AGuirre, nos están llevando a un nuevo desastre. Qué se vayan todos! No quiero ver ni a un más en nuestro equipo. Un abrazo.

Anónimo dijo...

El camino que llevamos este año es exactamente el mismo y no hay ningún signo que haga pensar en un cambio de rumbo: se sigue jugando exactamente igual de mal que siempre.