Antes del parón navideño, el Atlético acababa de encaramarse a la tercera posición, venía de un racha de quince partidos sin perder (entre todas las competiciones) y superaba por un punto al Madrid en la clasificación y estaba a once del líder, el Barcelona. Desde todos los estamentos del club, el mensaje era el mismo: "el objetivo son los cuatro primeros puestos", "ha sido difícil llegar pero más difícil será mantenerse" ...
Antes de ese mismo parón navideño, el Real Madrid estaba a doce puntos del líder, Barcelona. El mensaje desde los estamentos de la Casa Blanca era "podemos ser campeones de Liga".
Hoy, apenas dos meses después, el Real Madrid es segundo a siete puntos del líder, Barcelona. El Atlético es séptimo, fuera de competiciones europeas, por debajo del Málaga (con todos mis respetos), a tres puntos de la UEFA, a cinco de la Champios, a 17 del Madrid y a 24 del Barcelona.
Ambición, qué bonito nombre tienes.
lunes, 23 de febrero de 2009
Ambición, qué bonito nombre tienes
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1 comentario:
Así es, si uno apuesta a ser primero, quizá no lo sea, pero luchará por serlo y acabará segundo. En el Atleti se renuncia a ser incluso tercero, sólo vale el cuarto puesto maldito. Un abrazo.
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